martes, abril 04, 2006

dos poemas




Para olvidarnos después

Olvidemos el movimiento lento,
acelera tu piel con besos
con gritos desesperados
y lamidas que recorren esquinas
poco concurridas por el resto.

Olvidemos laceraciones recientes
o las constantes que aun duelen,
cicatricemos las heridas
con miel untada y escurrida
que invita a probar metiendo los dedos.

Olvidemos las ausencias ligeras,
toquémonos desnudos
el pecho, las manos, las piernas
permitiendo el acoso, la invasión
el ultraje violento de sentidos.


Olvidemos las pausas del cuerpo,
el recobrar el aliento,
el temor a ser lastimados
y hasta olvidados tras el rato
de hacer el amor por hacerlo.

Olvidemos las palabras absurdas
que buscan ponerle nombre a todo,
siente, desnúdate, entrégate,
penetra, invade, acosa,
llénate de recuerdos para olvidarnos después.



Duele


Duele el pecho,
el silencio que invade,
el espacio vacío
y la mano inmóvil.

Duelen los ojos
que se derraman constantes,
que se irritan y se cierran,
que se humedecen de más.

Duele el alma,
el último recuerdo,
el explicar lo sucedido
y el rostro inmóvil.

Duelen las piernas
que sostienen necias al cuerpo,
que avanzan al abrazo,
que se doblan con el recuerdo.

Duele la mente
las palabras pendiente,
los sueños soñados
y el latido inmóvil.

Duelen los sentidos
que cambian el rostro,
que se envician de recuerdos,
que humedecen la piel.

Duele tu ausencia
que no dejo de sentir,
que invade la casa
e inmoviliza las horas.

Duele tu partida
que me privará de tus besos,
que te limita a fotografías
y que te ha apartado de mí.
Guillermo Gaflox

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