viernes, abril 14, 2006

sábado, abril 08, 2006

Solo Bajo La Lluvia

Solo Bajo La Lluvia

Estoy solo bajo la lluvia,
Solo como siempre debí estar
Solo como siempre lo he estado
Solo como siempre lo estaré

Un encuentro fugaz y anhelado
Me sentí feliz de nuevo
Tus besos me dieron vida nuevamente
Tu abrazo me hizo ser querido

Ilusamente creí en ti
fui uno mas para ti
un pasatiempo solo fui
sólo un objeto sin valor

Estoy bajo la fría lluvia,
pareciese que el cielo llora conmigo
estoy abandonado y triste
como siempre lo he estado

Igual que la lluvia que siempre cae
las lagrimas mis mejillas no abandonan
mi corazón se rompe cada vez más
cual frágil cristal

Eres uno más en la lista
que aman un rato y se van
que fríos como el hielo son
y solo dolor me dejan

Pero eso ha de acabar
solo siempre he estado
y solo he de estará
sí que no importa ya

Al final se darán cuenta
de lo importante que yo era
mi dolor conocerán
y se arrepentirán

Me reiré de su dolor
me regocijare con su llanto
por que bueno ya no soy
mi alma muerta ya está

Vladdimir DarkBel

martes, abril 04, 2006

dos poemas




Para olvidarnos después

Olvidemos el movimiento lento,
acelera tu piel con besos
con gritos desesperados
y lamidas que recorren esquinas
poco concurridas por el resto.

Olvidemos laceraciones recientes
o las constantes que aun duelen,
cicatricemos las heridas
con miel untada y escurrida
que invita a probar metiendo los dedos.

Olvidemos las ausencias ligeras,
toquémonos desnudos
el pecho, las manos, las piernas
permitiendo el acoso, la invasión
el ultraje violento de sentidos.


Olvidemos las pausas del cuerpo,
el recobrar el aliento,
el temor a ser lastimados
y hasta olvidados tras el rato
de hacer el amor por hacerlo.

Olvidemos las palabras absurdas
que buscan ponerle nombre a todo,
siente, desnúdate, entrégate,
penetra, invade, acosa,
llénate de recuerdos para olvidarnos después.



Duele


Duele el pecho,
el silencio que invade,
el espacio vacío
y la mano inmóvil.

Duelen los ojos
que se derraman constantes,
que se irritan y se cierran,
que se humedecen de más.

Duele el alma,
el último recuerdo,
el explicar lo sucedido
y el rostro inmóvil.

Duelen las piernas
que sostienen necias al cuerpo,
que avanzan al abrazo,
que se doblan con el recuerdo.

Duele la mente
las palabras pendiente,
los sueños soñados
y el latido inmóvil.

Duelen los sentidos
que cambian el rostro,
que se envician de recuerdos,
que humedecen la piel.

Duele tu ausencia
que no dejo de sentir,
que invade la casa
e inmoviliza las horas.

Duele tu partida
que me privará de tus besos,
que te limita a fotografías
y que te ha apartado de mí.
Guillermo Gaflox